domingo, 27 de marzo de 2016

11 de Abril Día del Arqueólogo

Julio C. Tello Padre de la Arqueología Peruana


Arqueólogo, sabio, maestro, consagró su existencia por una patria autentica y consciente de su destino. Ha sido una de las influencias más sobresalientes en la conformación y desarrollo de la arqueología peruana.
Se identifico sentimental y emocionalmente con el indígena peruano, estaba ligado a ellos económica y racialmente sintiendo la marginación de las clases gobernantes de aquel entonces.
En la serie de trabajos que realizó Tello; descubriendo y mostrando una civilización adulta. A través de los restos arqueológicos fue confirmando cotidianamente, la antigüedad de lo andino y la diversidad de colectividades, señoríos y reinos, de todas estas sociedades que poblaron en este territorio. Tello divulgó a los 4 vientos el espíritu renovador, bajo el respaldo científico de la arqueología.
Consciente de la marginación y el desprecio a que era sometida la masa indígena... la cristalización de una identidad colectiva, que las clases dominantes siempre preferían desentenderse de su presencia y de lo que ella significaba en la evolución histórica y cultural del país. Tello manifestó: "He aquí la obra de mi raza que vaga proscrita entre las soberbias moles de los andes. Ella es digna de parangonarse con las más avanzadas culturas y civilizaciones del mundo; y si ayer fue capaz de hacer esto y organizarse en colectividades perfectas, mañana cuando le llegue la hora de su reivindicación, le será posible superarse y, mostrar al mundo el poder de su voluntad y el vuelo de su mente".
Tello reconocía que desde la invasión española, se marcó la agonía de lo indígena. Comparándolo a un cataclismo que derrumbó casi desde sus cimientos el edificio nacional que durante muchos siglos había formado el genio andino, así nace una historia de templos saqueados, destruidos, imágenes de dioses e ídolos quemados, etc. donde afloró la codicia y ambición del conquistador, el cual jamás se detuvo a pensar en la gran trascendencia de los templos o huacas y que tras estás edificaciones había una vieja tradición muy arraigada de preservar cautelosamente en recintos sagrados, los restos que conmemoraban a sus héroes, jefes, sacerdotes, guerreros y los cuales estaban acompañados de ofrendas así como diversos objetos de su producción de una excelsa laboriosidad que trascendía la identidad de cada pueblo.
Hoy a la luz de las nuevas investigaciones estos nos indican que los lugares (Huacas, templos, etc.) cumplían la función vital dentro del marco social de ser recintos donde se perpetuaba la memoria de los pueblos y sus antepasados.
Lo cierto es que Tello entendía que la conquista y especialmente está fue un claro ejemplo de un genocidio físico, mental y espiritual, con secuelas culturales, raciales, sociales y políticas gravisímas, que perdura hasta la actualidad.

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